¿Cuál es la mejor opción para tu próximo proyecto?
Las desarrolladoras inmobiliarias tienen diversas opciones a la hora de financiar sus proyectos, y dos de las más populares son el crowdfunding inmobiliario y el financiamiento tradicional. Ambos métodos presentan ventajas y desafíos, y la elección entre ellos depende de las necesidades y metas específicas de cada desarrolladora.
En este artículo, compararemos el crowdfunding inmobiliario con el financiamiento tradicional, destacando cómo el financiamiento basado en unos pocos grandes inversores, más común en algunos países de América Latina, se enfrenta al modelo de crowdfunding.
1. Crowdfunding inmobiliario: Ventajas y desventajas
El crowdfunding inmobiliario ha ganado relevancia en los últimos años por su capacidad de democratizar la inversión y ofrecer mayor flexibilidad tanto a desarrolladoras como a inversores. Algunas de sus principales ventajas son:
• Acceso a una base amplia de inversores: En lugar de depender de unos pocos grandes inversores, el crowdfunding permite a las desarrolladoras captar capital de numerosos pequeños y medianos inversores, reduciendo así la dependencia de grandes financistas.
• Flexibilidad en las condiciones de financiamiento: Las desarrolladoras pueden adaptar sus campañas de crowdfunding a las características y necesidades del proyecto, ajustando términos como plazos de retorno y montos mínimos de inversión.
Transparencia y participación activa: Las plataformas de crowdfunding ofrecen a los inversores la oportunidad de seguir de cerca el progreso del proyecto, lo que genera mayor confianza y compromiso.
Sin embargo, el crowdfunding inmobiliario presenta ciertos desafíos, tales como:
Cumplimiento normativo: El crowdfunding puede estar sujeto a estrictas regulaciones de valores y financiamiento colectivo, que varían según el país.
Educación del mercado: Aunque el crowdfunding ha ganado terreno, muchos inversores aún no están completamente familiarizados con este modelo, lo que requiere mayores esfuerzos de divulgación y educación.
2. Financiamiento tradicional: Grandes inversores
El financiamiento tradicional en muchos países de América Latina no se limita a préstamos bancarios. En muchos casos, el modelo tradicional consiste en atraer a unos pocos grandes inversores privados, como individuos de alto patrimonio o fondos de inversión especializados. Este enfoque tiene sus propias características y beneficios:
• Acceso a capital sustancial: Los grandes inversores pueden aportar sumas significativas de dinero, lo que permite a las desarrolladoras asegurar rápidamente el financiamiento necesario para proyectos grandes.
• Relaciones directas y personalizadas: Este financiamiento permite a las desarrolladoras establecer relaciones cercanas con los financiadores, quienes a menudo están dispuestos a negociar términos más flexibles, como plazos de pago y condiciones de retorno, en función del éxito del proyecto.
• Reputación y respaldo financiero: Contar con el apoyo de unos pocos inversores puede mejorar la credibilidad del proyecto y atraer a otros financiadores o partners estratégicos.
No obstante, este modelo también tiene ciertas desventajas:
• Dependencia de unos pocos: Al depender de pocos grandes inversores, el riesgo es mayor en caso de que uno de ellos decida retirarse o no cumplir con sus compromisos. Esto puede poner en peligro el financiamiento total del proyecto.
• Menos diversificación de riesgos: Al contrario del crowdfunding, donde el riesgo se distribuye entre muchos inversores, el financiamiento tradicional concentra los riesgos en unos pocos.
3. Comparación: ¿Cuál es la mejor opción para tu proyecto?
Al comparar ambos modelos, queda claro que cada uno ofrece diferentes ventajas dependiendo del tamaño y naturaleza del proyecto. Crowdfunding inmobiliario vs financiamiento tradicional:
• Crowdfunding inmobiliario es ideal para desarrolladoras que buscan una mayor diversificación de inversores. Además, aporta flexibilidad en los términos de financiamiento, y transparencia a través de una plataforma digital. El estudio “Global Real Estate and Construction” de KPMG examina cómo la digitalización está impactando el sector inmobiliario, incluyendo nuevas estrategias de financiamiento superadoras. El crowdfunding es especialmente adecuado para proyectos de pequeño y mediano tamaño, o aquellos que necesitan captar capital rápidamente sin depender de grandes compromisos individuales.
• Financiamiento tradicional basado en grandes inversores es más apropiado para proyectos grandes que requieren sumas significativas de capital desde el inicio. Este modelo permite relaciones más cercanas y personalizadas con los inversores. Al mismo tiempo, conlleva un mayor riesgo en caso de que alguno de los inversores se retire.
• Combinación: En la práctica, y como suele suceder en general, lo ideal no es elegir uno u otro, sino poder combinar ambos modelos. En otras palabras, incorporar una estrategia de crowdfunding no implica dejar de financiarse de maneras más tradicionales. Lo sugerido suele ser asignar algunas unidades al financiamiento fraccionado y continuar vendiendo otras unidades de la forma tradicional.
Conclusión
La elección entre crowdfunding inmobiliario y financiamiento tradicional con grandes inversores depende del perfil del proyecto y de las metas de la desarrolladora. Para proyectos de menor tamaño o aquellos que buscan diversificar el riesgo y aumentar la transparencia, el crowdfunding inmobiliario es una opción excelente. En cambio, para proyectos grandes que requieren capital significativo y relaciones más personalizadas con inversores, el financiamiento tradicional sigue siendo una estrategia sólida. En general, lo sugerido suele ser combinar ambos modelos ya que los dos tienen sus ventajas.
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